La Neurociencia explica que el aprendizaje es mayor con la exposición repetida a actividades libres, voluntarias y variadas, es decir, llevadas a cabo en los entornos naturales, empoderando a las familias y dando respuesta a las necesidades y preocupaciones del día a día.
Por otro lado, el trabajo en el domicilio permite acompañar a las familias durante el proceso de recuperación, no sólo en la parte más técnica, sino también en todo el proceso emocional que acontece en cada momento (angustia, miedo, ira, esperanza…).
De esta forma, la Intervención en Contexto:
Así, la Terapia en el Entorno Familiar, se puede definir como aquella que comparte y acompaña cada momento cotidiano. Día tras día, a cualquier hora, en cada momento, en todas las ocasiones, en distintos lugares, en los lugares de siempre, con gente conocida y conociendo gente. “Dentro del contexto familiar y social con los agentes implicados (familia, amigos, compañeros y vecinos), porque la vida es eso”.
Los profesionales de las diferentes ramas sanitarias trabajamos no sólo coordinados, si no como una unidad, aportando cada uno su conocimiento y trabajo para conseguir unos objetivos de tratamiento comunes, unos objetivos funcionales y prácticos que devuelvan a la persona y su entorno a una situación lo más normalizada posible.
Organizamos los objetivos sobre el eje principal de las actividades y la participación de la persona en las mismas; y establecemos la relación e influencia del resto de factores en estas actividades.
Este planteamiento nos permite conocer las aportaciones de las distintas disciplinas, de la interacción de los distintos profesionales, del compartir información, conocimientos, habilidades. Junto con la coordinación de todo ello, surge la transdisciplinariedad.
Los ETC son equipos de soporte terapéutico en contexto para atender la disfagia y dificultades en la alimentación, entre otras dificultades, y permiten: